'Le Havre', a veces


Una buena forma de despedir al indignante 2011 y abrirle los brazos al sospechoso 2012 es ver Le Havre. Aki Kaurismäki sigue ignorando o esquivando todas las recomendaciones que se suelen dar en las escuelas de cine. Le Havre es fullera, previsible, arrítmica, maravillosa. ¿A quién le importan los tres primeros adjetivos si todo conduce al cuarto?

En el cine, como en la vida, son mucho más importantes las excepciones que las normas. En las justificaciones argumentales, los diálogos inverosímiles y la escenografía pinturera de esta película hay más verdad que en todos los manuales de Syd Field. La verdad que nos ayuda a seguir viviendo y a confiar en que la alegría a veces se termina imponiendo a la catástrofe. A veces. Sobre todo cuando nos miramos a los ojos. 

2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

No la he visto, no tengo juicio, pero tengo memoria y buenos deseos para ti. Que el 2012 te sea como el cuarto adjetivo. Un fuerte abrazo.

juan antonio bermúdez dijo...

Un abrazo y mis mejores deseos también para ti, Francisco.

Si tienes oportunidad de ver 'El Havre', en cine o por otra vía, no te la pierdas.